La limpieza es algo bastante curioso. Muchas veces, cuando limpiamos alguna estancia, lo que queda ordenado y limpio a nuestros ojos nos transmite esa sensación de totalidad, es decir, de que absolutamente todo ha quedado limpio, sin embargo, muchas veces no es así. Lugares tan escondidos como los conductos de aire o las propias tuberías pueden estar pidiendo a gritos una limpieza y desinfección pero como no lo vemos, no lo padecemos. Ya se sabe que ‘ojos que no ven, corazón que no siente’ Sin embargo, los profesionales de la limpieza saben que las bacterias se esconden en cualquier rincón y tienen bien localizados los lugares que requieren más atención en este sentido. Uno de ellos son las tuberías y una técnica infalible que se está usando
últimamente y cada vez con mayor frecuencia es la de la limpieza de tuberías con hielo líquido.
Con el paso de los años, a las tuberías se les quedan adheridos restos de sedimentos y suciedad. Tanto para la higiene como para la seguridad es importante que éstas se limpien aunque a simple vista no resulta nada sencillo, ¿verdad? La buena noticia es que investigadores de la Universidad de Bristol han descubierto un sistema muy innovador para la limpieza de tuberías con hielo líquido que por su facilidad de uso y su efectividad se está extendiendo como la pólvora por todo el territorio europeo. Por si fuera poco, esta técnica forma parte de la limpieza ecológica.
La técnica para la limpieza de tuberías con hielo líquido se llama Ice Pigging y ha comenzado aplicándose en la limpieza industrial. Consiste en inyectar líquido a presión a través del conducto a tratar de forma que los microcristales que se expulsan arrastren los sedimentos y se produzca un efecto desincrustante. El funcionamiento es bastante sencillo, es la presión del hielo, que debe estar a cinco grados bajo cero, la que desincrusta los sedimentos y la suciedad adherida a las paredes de la tubería haciendo salir tanto el hielo como los restos al exterior por la parte final de la misma.
Sus resultados son tan buenos que esta técnica de limpieza de tuberías con hielo líquido se ha implementado en una gran cantidad de industrias usándose también en el tratamiento de conductos subterráneos. Abarata los costes, reduce el tiempo de ejecución necesario para conseguir los resultados y no es un método invasivo por lo que resulta idóneo para cualquier negocio.